El nacimiento de un bebé es algo extraordinario, la culminación de un largo proceso que trae a la vida a un ser humano. Aunque un camino lleno de oportunidades se abre ahora ante él, antes tiene su primer desafío: crecer sano, equilibrado y con todo el organismo en perfectas condiciones para que ese desarrollo siga un proceso natural que lo convierta en un adulto saludable.
La osteopatía permite restaurar los posibles desequilibrios surgidos a consecuencia del parto, de modo que el bebé disfrute de una perfecta armonía fisiológica. Existen varios síntomas que permiten alertar a los padres de posibles disfunciones o tensiones incómodas en el cráneo o en otras zonas del cuerpo del bebé. Por una parte estarían las cuestiones que podemos observar en sus posturas: ¿tiene malas posiciones de cadera o pies?, ¿tiene dificultades de movilidad?, ¿mantiene de modo constante un brazo hacia atrás?, ¿gira la cabeza y duerme siempre hacia el mismo lado?, ¿le supone un gran esfuerzo mantener la cabeza?... En segundo lugar es importante fijarse en los patrones de sueño del bebé, si está inquieto o se altera con el más mínimo ruido; si le sobrevienen pequeños temblores, respira de modo ruidoso o muestra síntomas anormales en la mirada, como estrabismo. En el ámbito de la alimentación hay que atender si tiene problemas de succión o deglución, si presenta numerosos trastornos digestivos, si los reflujos son más frecuentes de lo normal, si genera un exceso de gases, si se le ve muy nervioso tras darle el pecho…Pese a la felicidad que genera este acontecimiento, el hecho del parto se considera un momento intensamente traumático. Todas las circunstancias en que ha vivido hasta el momento cambian para el bebé, que se ve sometido al impacto de atravesar las puertas que le conducen a este mundo. Este tránsito se da en ocasiones de forma lenta cuando el parto dura muchas horas; otras, resulta muy rápido. De un modo u otro, la duración del parto puede afectar al cráneo del bebé, de modo que el funcionamiento de sus estructuras se vea afectado. Asimismo, los utensilios médicos empleados a lo largo del proceso afectan a la correcta movilidad de los huesos del cráneo.
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